MOVIMIENTO Y EQUILIBRIO
Vivimos persiguiendo la idea de perfección en todas las áreas en que nos desempeñamos…
Queremos la relación perfecta.
La pareja perfecta que cumpla todas nuestras expectativas.
La casa perfecta que se parezca a la que nos encantó de esa película…
El trabajo perfecto que nos apasiona y es perfectamente remunerado y no toma mucho esfuerzo.
El cuerpo perfecto que mide y pesa lo que los estereotipos dictan.
Pero, ¿en serio es lograble? ¿Neta es posible llegar a ese nivel de perfección siendo tod@s nosotr@s seres imperfectos?
O ¿estamos metid@s en una rueda de hámster idealizada donde nunca hemos hecho consciente que no hay meta a donde llegar porque la meta en sí es inventada e inalcanzable?
Yo creo que vivir en agonía eterna porque “nada de lo que hacemos es o será suficiente” y “nada de lo que somos o seremos es suficiente”, ya no es sostenible.
Y hace poco, en una clase de yoga (que la verdad no estaba disfrutando mucho al principio pero que me terminó encantando) escuché “3 claves para soltar la perfección” que me han hecho poner mi vida en perspectiva y que hoy quiero compartir contigo:
- Ser disciplinad@s para conseguir un objetivo se trata más de nuestro nivel de “devoción” o “compromiso” con nosotr@s mism@s, de diario poner nuestro granito de arena, que de la rigidez en el proceso.
- A todos los seres humanos nos constituyen 2 tipos de energía: la energía masculina que se enfoca en [hacer, producir, cumplir con los resultados] y la energía femenina que se enfoca en [crear desde el gozo, jugar, sentir y fluir, comunicar y conectar con la intuición]. Y ambas energías son igual de importantes pero necesitan balancearse…
Si estamos enfocad@ sólo en el “hacer” dejamos de jugar y de fluir. Y si por el contrario, sólo nos enfocáramos en jugar y fluir, nunca lograríamos nada. De tal manera que BALAAAAAANCEEEEEE. (Hay que buscar balancear dentro de nosotr@s ambas energías.)
- Cada decisión o paso que demos, puede venir desde la gracia de elegir evolucionar y la devoción hacia nosotr@s mism@s y nuestro bienestar o puede venir desde la imposición y la rigidez.
Y el lugar desde el cual eliges que venga tu decisión, está directamente relacionado con el resultado y lo satisfech@ que vas a estar con ese resultado.
Mi conclusión de esto es que:
- Necesito seguirme abriendo a experiencias nuevas porque nunca sé cuando dentro de esas experiencias nuevas voy a encontrar secretos o claves que a mí me ayuden a avanzar…
- Me urge relajarme. No puedo vivir persiguiendo la idea de cómo “debería ser” o “debería verse” mi vida y más bien me urge vivirla (a mi manera) y tengo que elegir la “devoción a mí misma” en vez de la rigidez de la sociedad...
Al final somos seres imperfectos… ¿O tal vez perfectamente imperfectos?
Creo que si elegimos darle el crédito a nuestro cuerpo que realmente se merece y elegimos reconocer lo inmenso que es nuestro rango de emociones y la profundidad de nuestra capacidad de sentir… Entonces nos podemos aceptar como seres perfectamente imperfectos con vidas perfectamente imperfectas.
¿Tú qué opinas? Me gustaría leer tu punto de vista.
- Michelle, CCO de LMDC