Cómo dejé de complacer y me volví dueña de mí misma.

He tratado de ser diferentes versiones de mí misma para complacer a las diferentes mujeres alrededor de mí. Y ninguna versión se había sentido “bien”… se habían sentido “adecuadas”, “aceptadas” y validadas por un rato, pero después cometía un error y dejaba de actuar “el personaje” tal cual debería de hacerlo. 

  • Intenté ser más hippie para tener más en común con mi hermana y algunas colegas. 
  • Intenté ser más fiestera y seguir tomando grandes cantidades de alcohol y actuar como que todo me valía madres para encajar con un grupo de amigas. 
  • Intenté ser lo más “dama” perfecta posible para complacer a mi suegra.
  • Intenté ser “la más independiente de todas las mujeres” para complacer a mi mamá.

Y qué decir para los hombres de mi vida… Para ellos he intentado ser 25 versiones a la vez para evitar incomodarlos:

  • Para mi papá intenté ser la más fuerte y ecuánime… La más lista de la mesa, pero la más prudente también (la que sabe cuándo hay que guardar silencio porque “l@s adult@s están hablando")…
  • Para mis amigos traté de ser la que discretamente da su opinión sobre temas “de hombres” en una mesa de hombres, pero que siempre espera a que un hombre la valide y le de la razón para cantar victoria…
  • Para algunos novios intenté ser la típica “material de esposa” pero “la novia divertida y relajada” que se calla y “no la arma de pedo”. 

Intenté varias versiones y ninguna me quedó. 

He de decir que algunas versiones casi embonan… Pero terminaban quedándome chicas o demasiado grandes…

Y después de terminar una relación de 7 años, (hace un año justamente), cuando más vulnerable me he sentido, decidí que si tratar de ser perfecta no me había conseguido que este hombre en cuestión “se quedara” y se casara conmigo (como la buena dama que se supone que tenía que aspirar a ser), no valía la pena seguir regalando mi potencial de - convertirme en algo que sí me enorgulleciera a mí misma - por complacer a tod@s, menos a mí. 

Decidí entonces, que la cosa iba a ponerse creativa y que me iba a dar permiso de ser y hacer todo lo que me encantaría que las mujeres tuviéramos permiso de ser y hacer. 

Y en ese ejercicio descubrí algo que me dejó pasmada: 

Ese permiso (aunque sistemáticamente se nos adoctrina a soltarlo desde que somos pequeñas), nos lo quitamos y nos lo damos NOSOTRAS MISMAS. 

No está allá afuera el permiso de ser tu versión más loca, más auténtica y más empoderada. Está bien adentro de ti y hay que abrirle la puerta para que salga a pasear poco a poco, cada vez más seguido. 

            

Fue ahí cuando por azares del destino, Elianne, una colega de LMDC me dijo “oye deberías tomar un curso de Mar Talanquer, a mí me cambió la vida y la perspectiva” y yo dije “ay por Dios, ya no necesito más cursos, lo que quiero es eterna estabilidad, paz y hacerme bolita en una cama”... (Porque estaba harta de estudiar incansablemente, de refugiarme en el “hacer constante” y de tomar cursos, crearlos y producirlos.) Pero como soy muy atascada, empecé a seguir a Mar en Instagram por curiosidad. 

Y después de ver la frase de “no hay nada mal contigo, es el sistema patriarcal que te oprime y traes encima un hechizo de “niña buena” para complacer a diestra y siniestra… Por eso tu sistema nervioso colapsa cuando intentas hacer algo diferente…” (dicho obviamente en palabras de Mar y en su tono característico a través de mil posts, lives y stories distintas) dije “okay, de ella sí voy a tomar un curso más”.

Tomé dos de sus cursos y después de varias pláticas, nos sentamos Elianne, ella y yo a hacer el esqueleto de 1 curso especial: único, condensado, que juntara todo lo que me voló la cabeza de su material.

 

 Y así, nació el curso para mujeres:
“5 días para activar la confianza en ti”

            

No voy a tratar de convencerte de que corras a comprarlo, nisiquiera te voy a invitar. Creo que a mí su sabiduría me llegó cuando necesitaba poder integrarla y cuando enserio estaba lista para dejar de desvivirme por complacer a todo el mundo (menos a mí). 

Llegó a través de una serie de coincidencias… Y si eso pasa para ti también, si ese es el feeling que estás sintiendo, tú sola ya sabes qué hacer y porqué hacerlo. 

Creo que por primera vez puedo decir: estoy muerta de miedo por las mil y un posibilidades de en lo que me puedo convertir, pero estoy orgullosa a morir también por vivirlas… ¿Por qué? Porque yo estoy escogiendo CADA UNA. Todas son por y para mí.

Y tengo que aceptarlo, además de a mis vivencias personales, esa nueva confianza en mí y mi capacidad de sostener lo que sea que venga, en gran parte se la debo a Mar por abrirme los ojos y darme el sape que necesitaba... 

El curso está disponible a compra hasta el 16 de junio, si te llama la atención, ya sabes qué hacer:

Adquirir Curso

Te mando un abrazo, ¡gracias por leernos! Dime que opinas de “la confianza en un@ mism@” en los comentarios. 

          - Mich, Directora de Contenido de LMDC 

 

10 comentarios

  • Pensé que era la única que pasaba por ese problema.

    Guillisa el

  • Me gustaría recibir el curso. Mi vida es un caos. Siempre vivo en función de mi esposo vivo para agradarlo a él. Y el ni cuenta se da.

    Vanessa Rocha el

  • Me identifico mucho con esta reflexión porque eso lo viví y tome consciencia de lo que pasaba hasta que caí en una depresión que creí que nunca iba a salir, de estar en una relación que creí que iba a hacer para siempre, que trataba de complacer para no sentirme sola y aún así haciendo mil cosas siempre me sentía sola, me sentía poco valorada, me fueron infiel y entonces caí a un hoyo negro, dónde dude de mis capacidades, de mis virtudes y me lastimaba yo sola, poniendome una etiqueta de poca cosa, después de caer en ese hoyo y estar tiempo conmigo misma, de estarme conociendo, valorando todo lo que soy, lo que he logrado yo sola, me doy cuenta que esta versión que soy ahora me gusta, porque hago lo que realmente me gusta, que estoy con una persona que valora quien soy, que puedo ser yo misma sin ataduras y ahora que salió mi verdadera versión las cosas han mejorado en todos los ámbitos.

    Teresita Alvarez el

  • Gracias, gracias, gracias!!! Saludos desde Argentina

    Natalia el

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