Dejar ir, es abrir espacio para recibir.

¿Te ha pasado que te sientes estancad@ y la única manera de salir de ese círculo vicioso es renunciando a eso que te tiene ciclad@? Pero des-ciclarte DUEEELE un montón…

Tranquil@, nos pasa a tod@s. (Es el pan de cada día eso de aprender a decirle adiós a lo que un día nos funcionó y ahora nos lastima.)

El problema es que much@s de nosotr@s vivimos con un APEGO enorme (e insostenible) a las personas, cosas materiales, relaciones, trabajos, etc., a tal punto que la idea de “soltar algo” puede parecernos IMPOSIBLE y peligroso.


Pero ¿qué pasaría si nos diéramos la oportunidad de resignificar lo que es “dejar ir”?

Dejar ir NO es claudicar, es:
Dejar que las cosas sigan su cauce sin intervenir o tratar de controlar…
Dejar ir es limpiar el espacio para permitir que florezcan cosas nuevas…

Esto lo aprendí a la mala cuando me encontraba en una relación #tormentosa y yo sentía que era imposible terminar con el susodicho porque ya eran años de relación, años de historia y años de mucho llanto, mucha energía invertida en ese proyecto común y años de mucho dolor que según yo “tenían que servir de algo”... 

Tomaba todo de mí la idea de dejarlo ir pero cuando logré reunir la valentía para salirme de esa relación entendí lo siguiente: 


✦ “Dejar ir” es un acto de amor, (amor propio, amor a lo vivido y amor a la persona con quien lo compartiste). 
✦ Soltar duele, pero duele muchísimo más sostener lo insostenible. 
✦ “Dejar ir” es por fin liberar al otro de tus expectativas. 
✦ Agradecer por lo que se va, nos da la oportunidad de abrirnos la puerta a “recibir” y “merecer” otra vez... 
✦ Todo lo bueno o malo que llega y después se va de nuestra vida siempre deja una huella profunda de aprendizaje.

 

Y por último:

Agradecer lo que “ya fue” crea el espacio suficiente para darle la bienvenida a todo lo que estaba pausado y no tenía tierra fértil para florecer. 

 

Imagínalo de esta manera: 

Tú tienes una mochila sobre tu espalda que va llena de viejos amores, amistades que ya no suman en tu vida, un trabajo que te desgasta, relaciones tóxicas con algunas personas, miedos, creencias de tu infancia que te limitan e inseguridades…

 

Y en el camino te encuentras con cosas, personas, situaciones, relaciones que sumarían cosas increíbles a tu vida y obviamente al momento de querer agregarlas a tu mochila NO CABEN.

 

Todo lo que dejamos ir, todo lo que permitimos que se nos escurra de entre las manos y todo lo que ya cumplió su ciclo, siempre le da espacio a lo que ya es hora de que llegue a nuestra vida. 

Hacer espacio para lo nuevo es honrar aquello que ya cumplió su función.

 

Y claro, soltar puede causar dolor porque a nadie nos gusta dejar ir algo, o a alguien, que amamos, pero ¿qué pasaría si viéramos las despedidas como lo que son: las puertas de bienvenida para lo que en esta nueva etapa nos merecemos…?

Quiero darte estás 3 preguntas que me ayudaron en los momentos donde sentía que el corazón se me partía en mil pedazos por dejar ir una relación tan importante: 

1.- ¿Qué es lo mejor que aprendí de está persona o situación que decido soltar?
2.- ¿Quién era yo antes y después de encontrarme con esta persona o situación?
3.- ¿Qué agradezco de lo vivido?
 

Creo que después de taaaanto, lo que quiero decirte es: 

Si no soltamos, va a ser prácticamente imposible que hagamos espacio para que algo nuevo entre a nuestras vidas y aunque sea incómodo, para crecer tenemos que dejar ir para poder recibir.

 

¿Qué opinas sobre esto? ¡Me encantaría leer tus comentarios! 

✦ Hass de LMDC

49 comentarios

  • Un mensaje justo y necesario, nos aferramos a relaciones que ya no suman con la idea de que podra cambiar y no pasa solo tiempo invertido en algo que será igual…

    Yardelis el

  • Este mensaje llegó a mi en uno de esos momentos en donde pides señales. Siento que tropiezo a cada rato cuando algo ya siento que esta en su cause algo pasa. Pero entiendo que dejar ir todo lo que me limita quizás me de más claridad de la que pido. Gracias gracias gracias por estas palabras.

    Paola Zapata el

  • Esta mañana 30.06.23 me desperté y abrí esto y sonara trillado pero es lo que necesitaba para continuar con mi proceso de vida , tenía nostalgia algo de tristeza por una relación terminada de una manera triste de 14 años y estaba a punto de buscar de nuevo por ese sentimiento de nostalgia pero esto me llega justo en el momento , las tres preguntas que nos haces me hicieron click y me detuvieron a pensar hey calma .. todo va a estar bien sigue adelante suelta , vive…. Avanza , estaré bien!!! Mil gracias por esto creo que todos en un momento vivimos estás experiencias y es muy padre que podamos compartirlo y que ayude a otros mil gracias!!!!

    Claudia Barradas el

  • Por un momento solté, y fue mágico, pero no sé de donde volvió ese miedo a no conseguir nada mejor, así que intenté volver a sostener y muy por el contrario la herida dolió mucho más, así que aquí andamos de vuelta soltando y agradeciendo la experiencia; no esta mal recaer, pero es importante darnos cuenta que siempre hay que seguir adelante.

    Evelyn el

  • Muchas de las veces nos preguntamos; “por qué a mí”, cuando pasamos por situaciones que nos duelen. Pero entendí que así es la vida, que necesitamos de todos esos sentimientos y emociones. Comprendi que la tristeza, el miedo y el dolor, son tan importantes como la alegría, la felicidad y el gozo. Si la vida no tuviese espacios de incertidumbre sería muy monótona y aburrida; y no podríamos disfrutar de los momentos de felicidad.
    Para finalizar, el último apego que tuve me enseño algo muy importante para mí como ser humano. Me enseño que debo elegirme primero, la felicidad está en mi y no la encuentro en otra persona y por último y no menos importante me enseño a soltar. Me di cuenta que lo que duele del apego es pensar en que pasará después de dejar ir a esa persona, sin saber que era la mejor decisión que podía tomar para mí estabilidad emocional.

    Nury Alexandra Rodríguez Aguilar el

  • Gracias por su publicación de mucho aprendizaje para mi .
    Soltar si es doloroso pero duele más llevarlo por años yo perdí a mi madre en un accidente de auto a los 10 años de edad y la dejé ir asta mis 28 años de edad fue un proceso doloroso pero hoy puedo decir que de mucho valor para mi por que hoy me ciento más libre y ligera

    Maria el

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