¿Quieres casarte? Lee esto primero

La mera verdad nadie me aviso que en el proceso de decir “sí” y planear una boda me iban a surgir 17 mil dudas sobre mí misma, un miedo profundo a que la rutina un día se coma mi relación y que la piel se me iba a hacer más delgada ante los comentarios de los demás.

Pero para que entiendas de dónde viene este blog, te voy a contar el cuento entero:

Me comprometí en noviembre de 2022 y llevo 8 años en una relación con el joven con el que en un mes planeo casarme. Todo bien hasta ahí… El rollo es que yo creí que mi novio y yo íbamos a estar babeando el uno por el otro durante todo el proceso 24/7, que todo iba a ser super romántico y que “como llevamos muchos años juntos” y “nos conocemos taaaan bien”, todo iba a ser suave y deslizarse como mantequilla en un pan que acabas de calentar… Pero ha sido más bien como si nos hubieran metido a una licuadora echada a perder 😂

(No me malentiendas, estamos convencidísimos de lo que queremos hacer y nos queremos con locura, pero hasta en las relaciones “disque sanas” hay constantemente temas que ir puliendo…)

El chiste es que decidimos ir a terapia de pareja recientemente a “limar” unos detallitos por ahí que nos andaban haciendo ruido porque esto de planear una boda ha resultado en (redoble de tambores por favor):

Dificultad para conectar como pareja 1 a 1 por estar pensando en logística, dinero y cómo complacer a las personas que nos rodean en vez de priorizarnos a nosotros… 

Entonces, en esa terapia de pareja (con la terapeuta recomendadísima por mis amigas) la terapeuta se soltó las siguientes frases que nos dejaron helados y que desencadenaron el peor desplome nervioso que he tenido en el último año:

→ El matrimonio no funciona. 

→ En el matrimonio la cosa solo se pone peor y sus inseguridades + problemas sólo se van a exponenciar.

→ No se “deberían” casar.

→ Sus diferencias los hacen incompatibles. 

(Todo eso en 1 sesión de introducción)

 

Las siguientes 48 horas después de escuchar esas frases todo se puso de cabeza… Los dos eramos un manojo de nervios y creo que yo lloré como 2 litros de agua y él como 1 y medio (sin exagerar)... Pero esa circunstancia fue lo que por fin nos desatoró: puso sobre nuestra mesa conversaciones incomodísimas que necesitábamos tener y le prendió la luz a todo lo que individualmente hoy cada uno necesita ponerse a trabajar con su terapeuta de cabecera. 

Básicamente hizo que “se nos prendiera el foco”. 

Y acá va lo “milagroso” que me hizo volver a confiar en la vida y en mí misma: 

Fui a un evento de @tribudebrujas donde había diferentes actividades terapéuticas (ceremonia de cacao, journaling, yoga, pláticas) y ahí me terminé de romper en mil pedazos. 

Después de un breathwork y un poco de yoga (bastante intenso), mi cuerpo dijo “ah excelente, estás en un espacio seguro para sentir, venga, siéntelo todo” y PUM: lloré como magdalena, por fin me senté a coexistir con el sentimiento de insuficiencia y la necesidad de “complacer” que me ha perseguido todo este año y me sentí más vulnerable que nunca. 

¿Fue incómodo? Sí, un chingo. 

¿Me dan ganas de volver a experimentar lo que sentí? La neta no. 

Pero esas dos zarandeadas terapéuticas me acomodaron lo desacomodada que me sentía: le dieron reset a mis neuronas y a mi capacidad de sentirme segura en mi propio cuerpo para integrar todo lo que se me había movido…

Y sin más preámbulo, acá te van las conclusiones (ya digeridas) a las que llegué después de TANTA rudeza:

1- La voz de nadie puede ir por encima de la mía. (Ni la de familiares, amig@s o terapeutas) Yo tengo el poder de elegir cómo filtrar la información que se me pone enfrente y tomar lo que me resuena, soltar lo que no me va e indagar “qué me despierta dentro” la sabiduría o las creencias de otras personas…

 

2- Nada es en serio TAN en serio. Que HUEVA tan monumental seguirme tomando todo tan en serio. Las pelotas que traigo cargando en las manos NO son de cristal, son de plástico y rebotan… Divertirme con mi propia vida y mis procesos es esencial, no es algo negociable, porque sino me #amargo. 

 

3- SPOILER: Nadie se “tiene que” poner a dieta para su boda. ¿Por qué en “la boda”, el día que se pinta como uno de los más importantes de la vida, se le pide a las mujeres ocupar el menor espacio físico posible? Se vale casarte con el cuerpo que actualmente habitas. Yo, elijo casarme con este cuerpo que funciona de maravilla. No voy a “ojalá” bajar “un kilito o dos”. (Aunque eso no complazca a familia o amistades o conocid@s.) 

 

4- No tengo que sentirme culpable por no caber en las expectativas de la gente alrededor. (Pero eso va para ambos lados… Tengo que trabajar en respetar a quienes no quieren entrar en mis expectativas )

 

5- A las mujeres nos enseñan a apagar nuestra lucecita /brillo y tener nuestra shit together para que no nos digan “locas” y eso mata lentamente quien realmente somos… Tenemos el permiso de sentirnos SEGURAS y con capacidad de experimentar todas las emociones que nos vienen a visitar los 365 días del año, en cada etapa de nuestro ciclo, las 24 horas del día. 

 

Y bueno, eso es todo por hoy…

Me encantaría leer en los comentarios tú que opinas de este tema 💛☀️

 

  • Mich, CCO de LMDC
  •  

    18 comentarios

    • Gracias por las palabras hoy en día estoy apunto de separarme por tantas cosas que ambos guardamos y que cometimos ambos infidelidad y hoy no se que pasara en mi vida yo me pude meta que 5 meses y si no me voy de casa

      Janet el

    • WOW mi novio y yo nos comprometimos recientemente y justo hoy tuvimos una gran pelea y me sentía tan desilusionada porque creí que después del anillo todo iba a estar lleno de momentos mágicos y color rosa. Leerte me dio un levantón increíble.

      Joa el

    • Creo que no me había puesto a pensar en que todo lo que mencionas lo pasé cuando me iba a casar, pero me aventé como “el borras”.
      Tal vez esto provocó que me separara después de 17 años de matrimonio.
      Que intenso!!!

      ELSA el

    • Gracias por compartir con nosotras y también hacernos entender cosas. Eres un ejemplo a seguir. Y demostrar que no estoy tan loca. Gracias Mich

      Silvia el

    • Totalmente de acuerdo contigo. Me encanta que estés haciendo todo esto a tu edad y que compartas esto con gente joven. Yo ya tengo 56 y apenas aprendiendo todo esto. Gracias por todo lo que comparten porque están ayudando a muchas personas a hacer conciencia.

      Adriana el

    • Uuuff! 🔝👏🏼 Magistral mensaje. Hay tanto tabú + etiquetas + expectativas alrededor del acto del matrimonio en sí, que contar tu experiencia tan clara es una luz y muestra una alternativa para quienes están o van hacia ese viaje. Gracias infinitas por este espacio ❤

      Rossana Rodríguez el

    Dejar un comentario

    Los comentarios se tienen que aprobar antes de que se publiquen