¿Por qué sufrimos gratis?
Creo que a veces sufrimos gratis en nuestro intento de ser “buenas personas”: “buena hija”- “buen papá” - “buena mamá” - “buen amigo” - “buena pareja”…
¿Por qué? Nos encanta hacernos responsables de aquello que NO nos toca.
En nuestra sociedad se premia el hacer demás y el pensar primero en el otro que en ti mism@. Se aplaude el hecho de hacernos responsables de las cosas que rebasan a l@s demás, sin hacer espacio para el aprendizaje del otro al ritmo natural y personal de esa persona…
Aunado a eso, se nos educa para “salvar” y “rescatar” a las personas a nuestro alrededor, aún cuando ell@s ni siquiera han pedido ayuda… Y tristemente, nos hemos creído el cuento de que las personas que quien no hace las cosas en el tiempo y forma que a nosotr@s nos gustaría es “débil” y hay que “rescatar” a ese ser débil.
Pero ¿qué hay atrás de nuestra tendencia a hacernos responsables de lo que claramente NO nos toca?:
- La necesidad de control sobre nuestro entorno.
- El miedo que nos genera la incertidumbre de no saber qué pasaría si “nosotr@s elegimos no involucrarnos en X”...
- La incomodidad que nos genera la angustia de la otra persona mientras ésta aprende a resolver a su ritmo y bajo sus términos…
Y por supuesto: el miedo a estar cerca de una situación que se torne en fracaso y que nos salpique ese fracaso… (Porque seguimos percibiendo el hecho de que una situación no se desenvuelva “como nos gustaría” como algo negativo.
Sin embargo, ¿quiénes seríamos sin todos esos fracasos que nos han hecho crecer y expandirnos?
Tod@s tenemos el derecho (y el gran regalo) de poder vivir nuestra vida en nuestros propios términos y condiciones, al ritmo que más nos acomode…
¿Qué pasa si en vez de vivir volteando a ver los fracasos, errores y áreas de oportunidad en las vidas de l@s demás, volteamos a ver nuestra propia vida y reconocemos el lugar que nos corresponde?
✦ Mich, CCO de LMDC