Regálate el permiso de no pisar tus límites por encajar…
Desde que tengo memoria, diciembre ha estado relacionado con dar hacia afuera y darme muy poquito a mí misma hacia adentro. Tengo una especie de amor-odio con estas fechas y les voy a explicar porqué:
Creo que el espíritu navideño ha pasado de ser una invitación a la unión y la empatía colectiva, a una invitación a la alineación forzada de encajar en sistemas a los que activamente el resto del año elegimos (a consciencia) no encajar…
¿Por qué si durante todo el año buscamos establecer límites, honrar nuestra esencia, celebrar lo que nos conforma, cuidar con quien compartimos tiempo o espacio y ser más amoros@s con nosotr@s mism@s y nuestra energía, llega diciembre y automáticamente lo tiramos todo por la borda?
Me tomó mucho tiempo entenderlo pero no hay nada mal contigo si no quieres compartir tu tiempo - tu espacio - tu energía de la manera en que otr@s te piden que lo hagas o al ritmo en que otr@s demandan que lo hagas durante estas fechas…
Sé que esta época teoricamente se trata de “dar”, de desvivirse por el otro y de practicar la empatía hasta su máxima expresión… Pero en mi experiencia personal, llevarle la contraria a la sociedad y darme mi lugar a mí misma (es decir, darme yo a mí el lugar que antes le demandaba o rogaba a mi familia / amig@s / colaboradores / conocid@s darme), aunado a mantener el compromiso firme de ser fiel a mis límites y mis necesidades, ha sido la clave para que este diciembre sea el más ligero que he vivido en mi vida adulta.
Por eso, creo que lo siguiente se necesita decir en voz alta y normalizarse:
- NO, no tienes que ir a visitar a quien no quieres visitar.
- NO, no necesitas justificar quién eres, cómo eres y porqué eres de la manera que eres, ante nadie. (Ni siquiera ante tu familia o amig@s.)
- NO, no tienes que pisar todos los límites que has construido dentro de ti durante este (y todos los años pasados) sólo porque “es Navidad”.
- NO, no tienes que aceptar y tolerar circunstancias que el resto del año has elegido ya no tolerar o aceptar.
- NO, no deberías sentir que es necesario cambiar quién eres para encajar en sistemas de relaciones que ya te quedan pequeños.
- NO, no necesitas ser más flexible si esa flexibilidad implica quedar en deuda contigo mism@...
- NO, no tienes que complacer y satisfacer expectativas ajenas que nunca te han representado
- NO, no necesitas comparar tu ritmo de vida o medir tus éxitos respecto a los de alguien más…
Basta.
No quiero corromper el espíritu navideño que está reinando en la época, las ganas de ser empáticos y de trascender todo lo que traíamos atorado… Pero creo que la narrativa de “es fin de año, ya déjalo todo pasar y que todo se te resbale” nos hace más daño que un bien colectivo.
Sí, cerremos el año lo más liger@s posible, démosle la vuelta a las páginas que no habíamos querido darles vuelta y encontremos compasión dentro de nuestros corazoncitos pero no olvidemos que se puede convivir y se puede disfrutar y se puede gozar, en nuestros términos; en congruencia con las personas que hoy elegimos ser.
Quién eres + tu tiempo, tu espacio y tu energía = son tu dominio.
Ahí sí tú y sólo tú mandas. Tú tienes y seguirás teniendo la libertad de elegir qué hacer y qué no hacer en esos ámbitos de tu existencia. Dejemos de actuar como si sólo por ser diciembre, ese nivel de libre albedrío disminuyera…
No tengo todas las respuestas, pero darme el permiso de vivir este diciembre en congruencia con quien soy, lo que necesito, lo que estoy dispuesta a tolerar y lo que ya no quiero que forme parte de mi vida, ha sido el mejor regalo. Mejor que unos zapatos, mejor que una bolsa, mejor que el artículo más caro y selecto que se te ocurra… Porque me ha permitido no llegar a mi límite y respetar cada centímetro de la persona que soy hoy.
¿Tú qué te vas a regalar este año a ti mism@?
(Recuerda que no podemos dar nada hacia afuera que no exista adentro antes…)
- Michelle, CCO de La Magia del Caos
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14 comentarios
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Hola, muchas gracias por el mensaje, creo que en los últimos 3 años he vivido pasando por encima de mis limites por complacer a otras personas o por pretender ser lo que “estaría bien” , en todo esa locura llegué a llenarme de deudas, ahora mismo no recuerdo en qué se gastó todo ese dinero. Como es fin de año siempre me he exigido más de lo que podría dar pero con este mensaje me queda claro que es ese mi error, ya no pienso endeudarme más para pretender ser quien no soy, ahora debo estar segura de quien soy por mí misma, porque soy un ser de la naturaleza y eso mejor que las cosas materiales que le pueda dar a las personas, regalos que quizá en un tiempo ya nadie recuerde. En esta navidad prometo regalarme a mi misma la tranquilidad de aceptarme como soy y con lo que tengo, sin pretender más apariencias para que me acepten los demás. Bueno me he desahogado de una manera genial, gracias por este espacio. Un abrazo enorme de paz y amor.
MAYERLY GUACAN el
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Me pareció excelente este punto de vista, comparto totalmente está idea muchas gracias!
Angel Escobedo el